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Bienvenido a Astaná, la vibrante capital de Kazajstán. Como argentino, es posible que notarás algunas diferencias, pero en esta colorida ciudad euroasiática, te garantizamos una experiencia única. Aquí te proporcionaremos información útil para aprovechar al máximo tu visita.
En Astaná te encontrarás con todo tipo de caminos, desde calles de la ciudad hasta rutas de montaña. Un sedán compacto debería ser suficiente para moverse por la ciudad, pero si planeas ir más allá, un 4x4 podría ser una mejor opción.
A diferencia de Argentina, la nafta en Kazajstán es bastante económica. Sin embargo, siempre es una buena práctica llenar el tanque antes de salir de la ciudad, especialmente si planeas explorar áreas rurales o montañosas.
Astaná es una ciudad de contrastes, donde los rascacielos futuristas se encuentran con la arquitectura histórica. No te pierdas el Palacio de la Paz y la Reconciliación, la Torre de Bayterek y la espectacular mezquita Nur-Astana.
Las normas de tránsito en Kazajstán podrían ser diferentes a lo que estás acostumbrado en Argentina. Aquí se conduce por el lado derecho y los límites de velocidad son de 60 km/h en la ciudad, 90 km/h en carreteras abiertas y 110 km/h en autopistas.
El clima en Astaná es extremo, con veranos calurosos e inviernos muy fríos. Para estar preparado, te recomendamos que consultes el pronóstico del clima antes de hacer las maletas.
La moneda local es el tenge kazajo. Aunque algunas tiendas pueden aceptar dólares, se sugiere tener algo de moneda local para pagos menores y evitar complicaciones.
Astaná ofrece una variedad de gastronomía para explorar. No te pierdas el beshbarmak, un platillo tradicional kazajo que bien vale la pena probar.