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Queridos viajeros, ¿Están listos para embarcarse en una nueva aventura hacia Bratislava, la hermosa capital de Eslovaquia? Con su impresionante patrimonio arquitectónico, su dinámica vida nocturna y su rica historia, Bratislava tiene algo para todos. Y qué mejor manera de explorarla que en la comodidad de su automóvil de alquiler.
Antes de arriesgarse en las calles de Bratislava, familiarícense con las leyes locales de tráfico. A diferencia de en Argentina, se conduce por la derecha en Eslovaquia. Los límites de velocidad en las zonas urbanas son generalmente de 50 km/h, en las carreteras principales de 90 km/h, y en las autopistas de 130 km/h. Recuerda que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio para todos los pasajeros.
No se sorprendan si los precios de la gasolina parecen un poco altos en comparación con los de Argentina. La moneda local es el Euro y el precio promedio de la gasolina es de alrededor de €1.20 por litro.
Las zonas de aparcamiento en Bratislava están indicadas por marcas coloridas en las esquinas: azul para residentes, verde para visitantes (hasta 10 horas) y naranja para visitantes de corta duración (hasta 2 horas). Recuerden que debe pagarse de lunes a viernes de 8:00 a 16:00.
No dejen de visitar el emblemático castillo de Bratislava, visible desde casi todo el centro de la ciudad. Desde allí, pueden disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes de Bratislava.
El antiguo ayuntamiento es un conglomerado de edificios de diferentes épocas arquitectónicas. Alberga el Museo de la Ciudad de Bratislava, donde se pueden aprender muchas cosas sobre la historia de la ciudad.
Con un coche de alquiler, pueden ir más allá de los límites de la ciudad y descubrir algunos de los hermosos paisajes y fascinantes ciudades de los alrededores, como Devin, con su histórico castillo, o la antigua ciudad real de Trnava.
Bratislava tiene un clima continental, con inviernos fríos y veranos cálidos. La mejor época para visitarla es de mayo a septiembre, aunque debe tenerse en cuenta que julio y agosto son los meses más calurosos, con temperaturas que pueden superar los 30°C.