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Situada en el corazón del hermoso condado de Wiltshire, Salisbury es una de las ciudades medievales más bellas de Inglaterra. Está repleta de historia y cultura, y un alquiler de coche es la forma ideal de explorar todos los encantos que esta región tiene para ofrecer.
Salisbury, aunque es una ciudad pequeña, cuenta con varias oficinas de alquiler de coches bien distribuidas por la ciudad, incluyendo empresas populares como Hertz y Europcar. Al igual que en Argentina, es recomendable reservar con anticipación para asegurarte de obtener el coche de tu elección.
Si bien en Argentina se conduce por el lado derecho de la carretera, en Inglaterra se conduce por el lado izquierdo. Puede requerir un poco de tiempo acostumbrarse a este cambio de hábitos. Además, los límites de velocidad en Salisbury se miden en millas por hora, no en kilómetros por hora. Asegúrate de entender estos límites antes de ponerte al volante.
Salisbury cuenta con numerosos estacionamientos, algunos de los cuales ofrecen aparcamiento gratuito después de las 6 pm. Tenga en cuenta que en el centro de la ciudad, las plazas de aparcamiento pueden ser limitadas, por lo que es aconsejable llegar temprano si estás planeando visitar.
Salisbury es famosa por su catedral gótica medieval, que cuenta con la torre de iglesia más alta de Inglaterra y una de las cuatro copias originales de la Magna Carta. La ciudad también es conocida por su proximidad a Stonehenge, uno de los monumentos prehistóricos más famosos del mundo, a solo 20 minutos en coche.
Las carreteras de Salisbury son generalmente bien mantenidas y fáciles de navegar. Sin embargo, ten en cuenta que en invierno puede haber nieve y hielo. Por otro lado, la ciudad de Salisbury presenta un clima oceánico, con veranos frescos e inviernos suaves. A diferencia de Argentina, durante el invierno, los días en Salisbury son cortos con sol de 8 a 16 horas aproximadamente.
Explorar Salisbury y sus alrededores en coche puede ser una experiencia emocionante. Recuerda siempre respetar las señales de tráfico y los límites de velocidad, y sobre todo, ¡disfruta del viaje!